El Fischer Random llega para quedarse

Wesley So, campeón mundial: masacra a Carlsen

OSLO, Noruega, 3 de noviembre._ Muy buenas noticias para los aficionados al ajedrez que temían su estancamiento por la proliferación de empates y los análisis caseros con ayuda de las computadoras.

El Ajedrez 960, propuesto en su época por el genial campeón mundial estadounidense Bobby Fischer, que en la práctica acaba con las variantes de laboratorio y propicia la creatividad y el espíritu de lucha, ha llegado para quedarse.

Prueba más que palpable es el entusiasmo desbordante que despertó el Primer Campeonato Mundial de Ajedrez Fischer-Random, que ayer concluyó en esta capital. La pasión se vivió no sólo en Noruega, cuna del actual monarca universal en la modalidad clásica, Magnus Carlsen, sino en todo el planeta.

Noruega entera disfrutó el mundial del Fischer Random, hasta que llegó la final, donde sufrió, y mucho, con la dramática debacle de su ídolo en la serie decisiva frente al estadounidense Wesley So. El norteamericano simplemente masacró al vikingo por un marcador de 12.5 a 2.5. Fue tan abultada la ventaja de So que no se jugaron varias partidas, pues su resultado ya no cambiaba las cosas.

Pero a pesar de la aniquilación que sufrió Carlsen (esa es una palabra que define bien lo que le sucedió, aunque no les guste a sus millones de fans), el legado que dejó la competencia es palpable en los sitios públicos de Noruega, parques, cafés, etcétera, donde desde hace varios días se presencian interminables batallas de Fischer Random.

Igual sucede en varios otros países, aunque no en la magnitud que se ve en las calles de Oslo. Y no es de ahora, sino que desde hace varios años se ha estado gestando la creciente popularidad del Ajedrez 960, también llamado así por el número de posiciones que pueden surgir tras el sorteo de piezas que se hace antes de cada batalla.

Sólo el alma del ajedrez, la infantería de peones, permanece igual a lo largo de las ocho casillas en la segunda fila. El sitio de los demás trebejos, el rey incluido, se rifa. Eso hace que las preparaciones previas se tornen inútiles. El talento, la imaginación y la concentración adquieren una importancia mayor.

En la final del Mundial, que se desarrolló en tres jornadas, Wesley So tomó una ventaja más que considerable desde el primer día. En el enfrentamiento por el tercer lugar, el ruso Ian Nepomniachtchi doblegó al estadounidense Fabiano Caruana.

El resultado hace pensar que el hecho de jugar en casa, que resulta muy favorable para el local en casi todos los deportes, no sólo no funciona en el juego ciencia, sino que incluso puede resultar perjuficial. Ahora Magnus siente lo que sufrió su predecesor, Viswanathan Anand, quien perdió la corona mundial a ritmo clásico a manos del noruego, cuando se enfrentaron en Chennai, India, en 2013.

Fuera de eso, impera un entusiasmo inusitado entre jugadores, árbitros, entrenadores y organizadores, por el futuro inmediato del ajedrez. Todo parece indicar que les asiste la razón.