Cara de ángel y juego endiablado
Una niña de siete años promueve el ajedrez en Iztacalco.
CIUDAD DE MÉXICO, 4 de julio._ Quien la ve por vez primera, cara de ángel y sonrisa tímida a sus tiernas siete primaveras, difícilmente se imagina que es una feroz combatiente capaz de revolcarse a grandulones sobre la palestra cuadriculada.