Nona Gaprindashvili, otra vez campeona mundial
TIFLIS, Georgia, 29 de noviembre._ “Heroína de mil batallas” es una frase que se queda corta para definir a Nona Gaprindashvili. En los 70 años que lleva disputando torneos y acumulando victorias (aprendió a jugar a los ocho años), esta gran maestra georgiana ha rebasado por mucho esa cifra mágica.
Y es que de las siete décadas de combatir en la palestra cuadriculada, se ha mantenido 58 años en la cumbre del ajedrez femenil planetario en diversas categorías.
A los 78 años de edad, esta leyenda viviente del juego ciencia acaba de conquistar su enésima corona mundial. Lo hizo hace cinco días en Bucarest, Rumania, donde por segundo año seguido se alzó con el título universal femenino en el sector de 65 años en adelante.
En 1961, tras ganar el IV Torneo de Candidatas de la FIDE, batió a la entonces titular mundial, su compatriota soviética Elisabetha Bykova. Al erigirse como la quinta campeona universal, se hizo tan adicta a la cúspide que no se ha alejado de ahí, aunque cambie de categoría.
La estrella georgiana, nacida en plena II Guerra Mundial, el 3 de mayo de 1941 en Zugdidi, retuvo el cetro mundial cuatro veces, tres de ellas contra Alla Kushnir, en 1965, 1969 y 1972, y una frente a su paisana Nana Alexandria, en 1975.
Tres años después por fin cedió la corona, ante otra georgiana, Maya Chiburdanidze, la más joven monarca universal a sus escasos 17 años.
Paradójicamente, en ese mismo 1978 Nona se convirtió en la primera mujer en obtener el título de gran maestro absoluto, por su rutilante coronación en el torneo de Lone Pine, California, 1977, donde la mayoría de los participantes tenían el rango de GM.
Su actuación en la Olimpíada Mundial, como integrante de la Selección Femenil de la URSS, agiganta aún más su figura. Fue integrante del equipo campeón en 11 ocasiones, una marca muy difícil de igualar.
El pasado día 23, Chiburdanidze se ciñó la corona de veteranos al totalizar 8.5 unidades en 11 rondas, a lo largo de las cuales hizo valer su vasta experiencia, sus precisos remates en el medio juego y su exquisita técnica en finales. La escoltaron a medio punto las rusas Elena Fatalibekova y Valentina Kozlovskaya.
Su fama en Georgia alcanzó tal altura que hace 44 años, en 1975, se le puso su nombre a un perfume para damas. Hasta donde se sabe, es la única vez que eso ha sucedido. Un poco de glamour para aromatizar el belicismo sobre la liza bicolor.
Un comentario