En Isla de Man hubo hoy de todo, como en botica
ISLA DE MAN, Gran Bretaña, 11 de octubre._ Puede que sea desesperación, por haber perdido medio punto o uno completo en la inauguración, pero el caso es que la combatividad en el Gran Torneo Suizo se disparó hoy en las últimas mesas.
A tal grado llegaron los ataques y contraataques en la segunda ronda que no hubo ningún empate en los tableros del 60 al 76. O sea que en cada una de esas 17 palestras alguien salió con el brazo en alto.
No quiere decir que faltara espíritu de lucha entre los primeros puestos, pues también hubo varios triunfos ahí, pero fueron mucho más encarnizados los combates en las mesas más alejadas del tablero de honor, en el que por cierto el ruso Alexey Sarana dio una demostración de pundonor y con blancas le arrebató medio punto al monarca mundial Magnus Carlsen.
Así las cosas, cinco competidores quedaron como colíderes con dos puntos, medio arriba del noruego: Fabiano Caruana (Estados Unidos), Wang Hao y Bu Zhangzhi (China), B. Adhiban (India) y Alexey Shírov (España).
En realidad, fue una jornada en la que, como se decía antes, hubo de todo, como en botica: cátedras de veteranas glorias a jóvenes en pujanza, precisión en los finales en varios tableros, brillantes ideas de prospectos mundiales e intrepidez femenina, que en más de una liza castigó el aparente menosprecio de sus adversarios varones.
Nadie está obligado a ganar sólo porque enfrente esté una mujer, aunque sea en un lugar como Isla del Hombre. Sin embargo, hay gente a la que en esas condiciones le incomoda un salomónico empate. En su afán por revolver el río y marear a su antagonista, Gawain Jones, uno de los siete británicos en la competencia y quien ha sido dos veces campeón de su país, entregó en forma innecesaria una calidad a la búlgara Antoaneta Stefanova cuando iban en la jugada 20.
Sólo que ella no ha sido monarca mundial por casualidad y se lanzó a la ofensiva, sin miedo y con precisión. Algunos lances más tarde devolvió la calidad y quedó con peón de más, suficiente para imponer su técnica en la fase postrera del juego. Poco después, la búlgara aumentó su ventaja a dos peones, libres además, en el flanco de dama. El inglés capituló en el movimiento 52, con su posición en ruinas.
En el tablero 74, la armenia Elina Danielián sacrificó un peón con negras para montar un ataque en el ala dama contra S. Sethuraman, de la India. En la movida 36, el elegante salto de un corcel azabache, que dejó su propia dama al aire, le pegó al oriental como patada de mula, pues amenazaba mate en una. Fue Sethuraman quien a final de cuentas tuvo que entregar su dama y se rindió dos jugadas más tarde.
Otras mujeres que victimaron a sus rivales masculinos fueron la francesa Marie Sebag, que doblegó al chino Zhang Zho, y Bathuragiin Munguntul, de Mongolia, verdugo del armenio Sergei Movsesián.