Steinitz: 30 años sin perder ningún match
Todos saben que Wilhelm Steinitz fue oficialmente el primer campeón mundial. Lo que muy pocos han escuchado alguna vez es que durante 30 largos años, de 1862 a 1892, sostuvo 24 encuentros individuales contra los mejores jugadores de la época y ¡no perdió ninguno!
Por ese solo hecho, el precursor del juego posicional merece ser considerado uno de los mejores ajedrecistas de la historia. Noveno de una familia de 13 hermanos, este coloso del tablero nació hace 184 años, el 14 de mayo de 1836, en Praga, entonces territorio del Imperio Austriaco.
Al terminar sus estudios de secundaria, se fue a estudiar ingeniería a Viena, ciudad donde el juego ciencia siempre ha gozado de gran tradición. La chispa del juego prendió pronto en Steinitz, al que su padre le enseñó. Su progreso fue meteórico y empezó a ganar dinero apostando en los cafés.
Ante el éxito obtenido sacándole provecho económico a su habilidad sobre el tablero, abandonó los estudios y se dedicó de lleno a perfeccionar su técnica. Eso lo llevó en poco tiempo a convertirse en el más fuerte trebejista de Viena.
En 1862 participó en su primer torneo internacional, en Londres, donde quedó en sexto lugar entre 14 fuertes contendientes. Además, ganó el Premio de Belleza por una hermosa victoria frente a Mongredien. Eso lo motivó a instalarse en la urbe londinense, que en esa época era una de las capitales ajedrecísticas del mundo.
Aunque en los inicios de su carrera gustaba del juego osado, de ataque sin tregua, al grado que fue llamado “el Morphy austriaco”, luego cambió de estilo y fue el primero en postular las ideas de la estrategia moderna, un ajedrez más cerrado, lento, seguro y científico.
En 1866, los círculos de ajedrez londinenses “Saint Georges” y “Westminster” organizaron un match a 15 partidas entre Steinitz, entonces de 30 años, y el alemán Adolf Anderssen, de 48, considerado el mejor jugador del mundo tras el retiro de Morphy.
No hubo empate alguno en la serie, que el austriaco ganó 8-6. El título oficial de campeón del mundo aún no existía, pero todos lo vieron como el monarca sin corona. En los años siguientes aceptó los desafíos de Henry Bird, Joseph Blackburne y Johannes Zukertort, a quienes venció.
La consagración del austriaco llegó en 1886, cuando, tras negociaciones que duraron varios años, se organizó el primer campeonato mundial oficial, entre él y Zukertort, a quien en su anterior match doblegó fácilmente con marcador de siete victorias y una derrota.
El evento tuvo lugar en varias ciudades de Estados Unidos y Wilhelm, que se había mudado a ese país tres años antes, de nuevo se impuso con autoridad, ahora con score de 10 victorias, cinco empates y cinco reveses. Así se convirtió en el primer monarca oficial.
Tres años después, el Club de Ajedrez de La Habana organizó la primera defensa titular del europeo, frente al ruso Mikhail Chigorin, a quien superó con pizarra de 10.5 a 6.5. Su siguiente defensa se efectuó en Nueva York, entre 1890 y 1891, contra el anglo-húngaro Isidor Gunsberg, al que batió 10.5 a 8.5.
En 1892, Steinitz expuso su corona por tercera vez, de nuevo frente a Chigorin y en La Hagana, y la retuvo con marcador de 10 victorias, ocho derrotas y cinco tablas. Hay que señalar que la última partida la tenía ganada el ruso, con lo que se empataría el score, pero cometió un error increíble y la perdió.
El austriaco perdió por fin el título en 1894, frente al alemán Emmanuel Lasker, quien lo superó con pizarra de 10 triunfos, cinco reveses y cuatro empates. El match se realizó en Nueva York, Filadelfia y Montreal.
Una de las mejores definiciones del europeo la hizo el historiador cubano José Luis Barreras Meriño: “Formidable coloso del tablero, pensador original, valiente, de luminoso cerebro, excelente analista y tenaz defensor de sus ideas”.
Wilhelm Steinitz murió en la más absoluta pobreza en Nueva York, de un infarto agudo al miocardio, el 12 de agosto de 1900, o sea a los 64 años, uno por cada casilla del tablero.
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