Vladímir Krámnik llega a las 45 primaveras
Sólo dos campeones mundiales de ajedrez han conquistado invictos el título. El ruso Vladímir Krámnik, quien este 25 de junio cumple 45 años de edad, es uno de ellos: cuando destronó a su compatriota Gary Kaspárov en Londres 2000 no perdió ninguna de las 15 partidas del match.

El artista de la defensa, quien nació en 1975 en Tuapsé, pequeño puerto del Mar Negro, hizo de la defensa Berlinesa un instrumento de tortura que aniquiló todo intento ofensivo del “Ogro de Bakú” y le dio la corona universal con dos victorias y 13 empates.
La única otra ocasión que se vio algo parecido fue hace un siglo, cuando el cubano José Raúl Capablanca y Graupera doblegó al alemán Emmanuel Lasker en 1921, sin que el destronado monarca saboreara las mieles de algún triunfo.
En realidad, el campeonato que logró esa vez Vladímir Borísovich Krámnik no fue el de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), de la cual se separó Kaspárov en abierta rebeldía. Pero eso no demerita de ningún modo el logro de nuestro héroe del día.
Krámnik disputó en total cinco series campeoniles. En 2004 retuvo su título en Suiza frente al húngaro Peter Leko, otro jugador ultra sólido (el match terminó igualado) y dos años después venció al búlgaro Veselin Topálov en un duelo por la unificación de la corona.
Esa serie, por cierto, resultó harto polémica por las acusaciones de Topálov de que su rival hacía trampa por sus constantes idas al baño. Sin embargo, es de justicia subrayar que el ruso tenía problemas de salud que justificaban ese hecho.
Como quiera que sea, después de terminar igualada la serie de 12 juegos a ritmo clásico, el tocayo y compatriota de Vladímir Putin se impuso en el desempate a partidas rápidas y ahí no hubo ni tiempo de ausentarse. Sin embargo, hasta ahora ambos son rivales irreconciliables.
Ya como monarca oficial de la FIDE, Krámnik ganó en marzo de 2007 el fortísimo torneo Melody Ambers con dos puntos de ventaja sobre su más cercano perseguidor, el indio Viswanathan Anand, quien estaba en su apogeo.
Quizá eso le hizo confiarse cuando seis meses después puso en juego su corona frente al asiático, que lo derrotó. Anand, como establecían las reglas, le concedió la revancha en el siguiente calendario y de nuevo se impuso.

Desde el año pasado, el eslavo entrena a seis de los principales prospectos de la India, entre ellos R. Praggnanandhaa, D. Gukesh y otros dos grandes maestros. Eso motiva a pensar que al gigante asiático le esperan días dorados en los próximos años.
“Mi vida en el ajedrez profesional ha sido un gran viaje”, declaró Krámnik al anunciar su prematuro retiro de las competiciones oficiales a principios del año pasado. Quiera Dios que su recorrido todavía sea más largo, aunque sea en sus facetas de entrenador y comentarista de lujo.